Edward Walter Chapman y William Chapman

 

Edward Walter Chapman y William Chapman

Debe incluirse un tipo de máquina de coser cuerdas, que podría considerarse sin importancia para este estudio, debido a su uso de la aguja con punta de ojo, la aguja que jugaría un papel muy importante en el desarrollo posterior de una máquina de coser práctica. . La primera referencia al uso de una aguja con un ojo que no requiere pasar completamente a través de la tela que estaba cosiendo se encuentra en una máquina inventada por Edward Walter Chapman, por la cual él y William Chapman obtuvieron la patente británica 3.078 el 30 de octubre. , 1807. La máquina (fig. 6) fue diseñada para construir fajas o bandas planas cosiendo varios hilos de cuerda que se habían tendido uno al lado del otro. Se requirieron dos agujas y se usaron alternativamente. Una aguja fue enhebrada y luego forzada a través de las cuerdas. En el lado opuesto, se quitó el hilo del ojo de la primera aguja antes de retirarlo. Se enhebró la segunda aguja y se repitió la operación. Las agujas también podrían usarse para tirar del hilo, en lugar de empujarlo, a través de las cuerdas con el mismo resultado. Mientras se cosían, las cuerdas se sujetaban firmemente y el bastidor de costura y el carro de soporte se movían manualmente a medida que se realizaba cada puntada. Tal máquina sería aplicable únicamente al trabajo descrito, ya que la necesidad de volver a enhebrar en cada puntada la haría impracticable para cualquier otro tipo de costura. las cuerdas se sujetaron firmemente y el bastidor de costura y el carro de soporte se movieron manualmente a medida que se realizaba cada puntada. Tal máquina sería aplicable únicamente al trabajo descrito, ya que la necesidad de volver a enhebrar en cada puntada la haría impracticable para cualquier otro tipo de costura. las cuerdas se sujetaron firmemente y el bastidor de costura y el carro de soporte se movieron manualmente a medida que se realizaba cada puntada. Tal máquina sería aplicable únicamente al trabajo descrito, ya que la necesidad de volver a enhebrar en cada puntada la haría impracticable para cualquier otro tipo de costura.