viernes, 8 de abril de 2016

LOS CERVANTES: PRESOS, PUTAS… Y UNA MONJA




LOS CERVANTES: PRESOS, PUTAS… Y UNA MONJA




El autor del Quijote, la obra más grande de la literatura española y, quizás, de la universal, donMiguel de Cervantes Saavedra quiso llevar a la práctica el dicho:
Quien a los suyos se parece, honra merece

 Su abuelo, su padre y Miguel de Cervantes pasaron por la misma cárcel… la de Valladolid.
Juan de Cervantes (abuelo de Miguel) eran un abogado que ocupó varios cargos públicos aunque duró poco en dichos cargos, saliendo malparado de alguno de ellos. Se trasladó con su familia a Guadalajara bajo la protección del duque del Infantado. Todo iba sobre ruedas hasta que se metió a “celestino” entre su hija y un hijo bastardo del Infantado. Estos amores prohibidos le llevaron a la cárcel de Valladolid durante una semana.
Rodrigo de Cervantes (padre de Miguel) cirujano de la época, profesión humilde que le obliga a viajar continuamente. Rodrigo también paso unos meses en la cárcel de Valladolid. Su economía no era muy boyante y pidió un préstamo personal, vencido el plazo no pudo afrontar el pago y, como su padre, fue a parar a la misma prisión.
Miguel de Cervantes estuvo preso en varias ocasiones (Sevilla, Argel…) y también en Valladolid. Una noche, en la puerta de su casa, fue herido don Gaspar de Ezpeleta, aventurero navarro, por un hombre vestido de negro. La justicia comenzó sus averiguaciones: el lugar donde se produjo el incidente, el hecho de que en casa de don Miguel encontrasen ropa de Ezpeleta -las hermanas de don Miguel, parece ser que recibí­an en casa- y un juez nuevo en la plaza, presto a encontrar un chivo expiatorio, llevaron a don Miguel, sus hermanas y su hija a la cárcel… efectivamente, de Valladolid.
Andrea y Magdalena –las Cervantas– (hermanas de Miguel) la mayor, Andrea, fue la primera en iniciarse en el noble arte de la jodienda y consiguió ser económicamente independiente, algo que en la época sólo se podía conseguir aprovechándose de los hombres. Magdalena, antes de perder su libertad al amparo de un matrimonio, decidió seguir los pasos de su hermana. Los ingresos de las hermanas sirvieron para aliviar la precaria situación familiar; de hecho, ellas son las que aportan la mayor parte del dinero para liberar a Miguel de Argel. Años más tarde, se unirá al grupo Constanza, la hija de Andrea.
Luisa (hermana de Miguel), siguiendo el refranero español “En luengos linajes hay putas, ladrones y frailes”, aquí tenemos a Luisa… en este caso monja. En 1565, toma los votos de monja carmelita con el nombre Sor Luisa Belén, en el convento de la Imagen. Aquí permanecerá el resto de su vida siendo nombrada Superiora y, más tarde, Priora.
Fuentes: Centros de Estudios Cervantinos, 


martes, 5 de abril de 2016

CUANDO LAS ISLAS CANARIAS FUERON PORTUGUESAS




  

CUANDO LAS ISLAS CANARIAS FUERON PORTUGUESAS




Aunque desde el siglo XIII hubo incursiones europeas en las islas Canarias, no fue hasta comienzos del siglo XV cuando comenzó la colonización o conquista… con la correspondiente evangelización de los aborígenes y su venta como esclavos. Pero aquí chocaron los intereses evangelizadores y los económicos: la Iglesia enviaba a sus representantes para dar a conocer la palabra Dios y conseguir nuevas almas para su causa mientras Castilla y Portugal, en disputa por la territorialidad de la islas, capturaban aborígenes, incluso los recientemente bautizados, para venderlos como esclavos.

Si los nativos que habían visto la luz también podían ser vendidos como esclavos, esto haría que abrazar la nueva religión no tuviese buena prensa entre la población local y, por tanto, que disminuyesen las ceremonias de bautismo colectivo. Así que, el Papa Eugenio IV tomó cartas en el asunto y el 13 de enero de 1435 promulgó la bula Sicut Dudum:
Serán excomulgados todos los capturen, vendan o sometan a esclavitud a los residentes de la Islas Canarias bautizados o a los que están buscando libremente el bautismo. [Eso sí, nada se decía de los que se negaban a ser bautizados, así que…]
Gracias a estas disputas por la territorialidad de las islas entre Castilla y Portugal, acompañadas de un Papa voluble según soplase el viento, durante 52 días las islas Canarias fueron portuguesas. A raíz de la bula Romanus Pontifex, emitida por Eugenio IV el 15 de septiembre de 1436, el rey de Portugal tenía el derecho de conquista de las Canarias y sólo 52 días más tarde -aplicando aquello de “donde dije digo, digo Diego”- emitió la bula Romani Pontificis que revocaba el derecho anterior y declaraba que el derecho de conquista correspondía a Castilla.
Por cierto, una de las teorías sobre el origen del nombre de islas Canarias tiene que ver con los perros… y no con los canarios. Según Plinio el Viejo, en una visita a la mayor de las islas por el rey de Numidia Juba II, le llamó la atención la gran cantidad de perros que allí había. El rey volvió a su tierra con una pareja de estos perros y, además, denominó a este lugar Insula Canaria(isla de los canes).