viernes, 3 de mayo de 2024

PORQUE SE LLAMA CULIPARDOS A LOS DE CIUDAD REAL

PORQUE SE LLAMA CULIPARDOS A LOS DE CIUDAD REAL Antes de la Batalla de Malas Tardes los miguelturreños eran conocidos como calatravos, y los vecinos de Ciudad Real ostentaban el gentilicio de pozueleños. El pantalón del uniforme del ejército comunal de Villarreal era de color marrón o pardo, y así los antiguos ciudadrealeños fueron llamados culipardos por la vecina localidad, ya que jocosamente esa noble zona era la que destacaba en su huida. El término churriego, utilizado para a los vecinos de Miguelturra, podría provenir del término churrasco, puesto que la aldea fue quemada en la disputa. Esta escaramuza se libró en 1328 en el pago del mismo nombre, que estaba situado entre Villareal y la aldea de Miguel Turra, que por supuesto son las actuales Ciudad Real y Miguelturra. En estas tierras sembradas de viñas se enfrentaron a fuego y espada las milicias urbanas de Villarreal contra los caballeros y religiosos calatravos. O dicho de otra forma, las huestes del rey, quien estaba muy relacionado con la iglesia, contra las de una parte de la iglesia, que quería los poderes del rey. ¿Ha quedado claro, no? Todo empezó por lo de siempre: política, poder y sometimiento de un territorio. La Orden de Calatrava, que era una acaudalada institución militar y religiosa, había renovado y concedido más privilegios a la incipiente Miguel Turra. Con ello quería hacer prosperar la aldea y debilitar y despoblar la cercana Villareal, a solo 3 km. de distancia, ya que esta había sido fundada por el rey Alfonso X, el Sabio. En esta época, el infante Felipe (que era hermano de Alfonso X y que llegaría a ser arzobispo de Sevilla, abad de la Colegiata de Valladolid y de la Colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias antes de casarse con una princesa noruega), intentaba contener con todos los medios de los que disponía a Garci López de Padilla, un ambicioso noble y señor feudal de la Casa de Padilla que llegó a ser Gran Maestre de la Orden de Calatrava. Entonces las cosas se complican... El calatravo López de Padilla fue derrotado por la taifa de Jaén y por los musulmanes granadinos. Y fue entonces cuando una parte de su misma Orden aprovechó el momento de debilidad y se levantó contra él bajo el mando del clavero Juan Núñez de Prado. Antiguamente, el clavero era un caballero de alcurnia encargado de la protección de un castillo o convento. Se trataba de un puesto de relevancia dentro de la institución. Algunos de los caballeros insurrectos eran de Villarreal. Quesada, alcaide del alcázar de Villarreal, acogió a estos freires disidentes (así eran llamados los caballeros profesos de una orden militar) tras las murallas de la villa (esas que entre todos dejamos que se cayeran). Pidió refuerzos a otras ciudades reales como Baeza, Córdoba y Toledo, e informó al infante Felipe de la delicada situación. Al enterarse el maestre calatravo López de Padilla de la traición y ataque de parte de su comunidad, reunió a los freires que le eran fieles y quemó y arrasó las viñas y campos de trigo de Villarreal como si fueran tierra de infieles, asediando la villa para presionar a las autoridades a que entregaran a los freires desleales protegidos tras las murallas. Los vecinos que intentaban cultivar sus campos eran azotados, apaleados y enviados al Sacro Convento de Calatrava la Nueva. Como los refuerzos solicitados a otras ciudades del realengo no llegaban, las tropas del rey contraatacaron por sorpresa para romper el sitio de Villareal, bajo el mando del clavero Diego Sánchez de Viezma. El campo de batalla fue el pago de Malas Tardes. Perdieron los calatravos y su maestre huyó herido. Crecidos en la victoria, las huestes reales, formadas por freires calatravos sediciosos y la milicia urbana de Villarreal, marcharon hacia Miguel Turra y asaltaron y saquearon la aldea. Se enfrentaron a hombres escasamente armados, mataron a mujeres, ancianos y niños, y quemaron y arrasaron casas, una torre fuerte y el palacio de Clavería. Posteriormente, el clavero y algunos freires rebeldes acudieron a las Cortes de Valladolid pidiendo justicia. Acusaron formalmente al maestre López de Padilla de desabastecimiento y desatención de las fortalezas de Alcaudete, Locubín, Susaña, Chist y Mathet, entre otras; de haber huido en combate en la Batalla de Baena, abandonando a los freires que le acompañaban; de autoritarismo y crueldad en el trato con sus freires; y de haber atacado lugares y vasallos de realengo, particularmente a los de Villarrreal. El maestre fue citado ante el tribunal real, pero este huyó a Alcañiz, principal señorío aragonés de la Orden de Calatrava. Ante la traición, Alfonso XI ordenó a los freires presentes que organizaran un cisma algo irregular, donde se eligió como nuevo maestre a Juan Núñez de Prado. El depuesto maestre intentó hacer valer sus derechos ante la Orden del Císter, quien acabó reconociendo la legitimidad de su cargo y restituyó su maestrazgo. No obstante, renunció a él en 1929, presionado por el respaldo que el rey castellano prestaba a Juan Núñez de Prado. La contienda entre calatravos y seguidores del rey se resolvió cuando Alfonso XI de Castilla, llamado el Justiciero, accedió a la mayoría de edad y asumió la corona. Este fue biznieto del rey Alfonso X el Sabio, e hijo de Fernando IV, el Emplazado. Y aquí se acaba la historia de la rivalidad entre dos pueblos vecinos a causa de sus impulsores y dirigentes. Hoy en día, churriegos y culipardos nos llevamos bien y hasta nos mezclamos. Y conservamos con orgullo los apodos que la Edad Media nos legó, que como afirma el escritor Paulo Coelho, “El mejor guerrero es aquel que consigue transformar al enemigo en amigo”.

martes, 30 de abril de 2024

SINGER Factoría Kilbowie Road de Clydebank (Escocia). Reino Unido

SINGER Factoría Kilbowie Road de Clydebank (Escocia). Reino Unido La Compañía Singer decidió en 1867 que la demanda de sus máquinas de coser en el Reino Unido era lo suficientemente alta como para abrir una fábrica local. Glasgow fue seleccionada por su industria siderúrgica, mano de obra barata y posiblemente porque, en ese momento, el gerente general de la Singer Sewing Machine Company de EE. UU. era George McKenzie, quien era de ascendencia escocesa. La empresa obtuvo un contrato de arrendamiento de un terreno en 1 Love Loan, High John Street, cerca de la estación Queen Street, y la maquinaria y las piezas de las máquinas se enviaron desde los Estados Unidos. La demanda de máquinas de coser superó la producción de la nueva planta y para 1873 se completó una nueva fábrica más grande cerca de Bridgeton Cross. Para entonces, Singer empleaba a más de 2.000 personas en Escocia, pero aún así no podían producir suficientes máquinas. En 1882, George McKenzie, quien pronto se convertiría en presidente de Singer Sewing Machine Company, realizó la ceremonia de inauguración en 46 acres de tierras de cultivo en Kilbowie, Clydebank, y comenzó a construirse la fábrica Singer más grande del mundo. Originalmente se construyeron dos edificios principales, cada uno de 800 pies de largo, 50 pies de ancho y 3 pisos de altura. Estos estaban conectados por tres alas. Sobre el ala central se construyó una enorme torre de reloj de 200 pies de altura con el nombre «Singer» claramente visible para todos desde kilómetros a la redonda. Se colocaron 2-3/4 millas de vías férreas a través de la fábrica para conectar los diferentes departamentos, como la sala de calderas, la fundición y el envío, y con las líneas entre las estaciones de Glasgow, Dumbarton y Helensburgh. Robert McAlpine and Co. fue el contratista de construcción y la fábrica fue diseñada para ser a prueba de fuego con rociadores de agua, convirtiéndola en la fábrica más moderna de Europa en ese momento. A medida que se completaban los diferentes departamentos de la fábrica, los trabajadores se trasladaban de las antiguas instalaciones a la nueva de Kilbowie. La fábrica se finalizó en 1885. Con casi un millón de pies cuadrados de espacio y casi 7.000 empleados, era capaz de producir un promedio de 13.000 máquinas por semana, convirtiéndose en la fábrica de máquinas de coser más grande del mundo. La fábrica de Clydebank era tan productiva que en 1905, la compañía estadounidense Singer Company estableció Singer Manufacturing Company Ltd. como una empresa registrada en el Reino Unido. A pesar de que Kilbowie, Clydebank era en ese momento la fábrica de máquinas de coser más grande del mundo, la demanda aún superaba la producción, por lo que cada edificio se amplió hacia arriba hasta alcanzar los 6 pisos de altura. En 1911, doce mujeres pulidoras de muebles en la planta de Kilbowie se declararon en huelga cuando se reorganizó su trabajo, aumentando su carga laboral pero reduciendo su salario. En dos días, casi la totalidad de la fuerza laboral de 11.000 trabajadores se solidarizó con las mujeres. Esta expresión de solidaridad probablemente se debió a la influencia de los Trabajadores Industriales de Gran Bretaña (IWGB) y el Partido Socialista del Trabajo, ambos activos dentro de la fábrica. Estos dos grupos políticos promovían la idea del sindicalismo industrial y dirigieron a los trabajadores en huelga. En respuesta, la gerencia de Singer pasó a la ofensiva cerrando la fábrica y amenazando con trasladar la producción a otras plantas de Europa. También dejaron saber que se asegurarían de que a los trabajadores les resultara muy difícil volver a encontrar empleo en el área de Glasgow si la huelga no terminaba de inmediato. Tras el ultimátum de la empresa, una votación de los trabajadores decidió poner fin a la huelga y el comité de huelga no tuvo más opción que aceptar la derrota. La disputa terminó con un regreso incondicional al trabajo el 10 de abril de 1911. Poco después, la compañía inició una campaña de victimización sistemática que resultó en el despido de más de 400 trabajadores, incluidos todos los líderes de la huelga y miembros del IWGB. Un evento notable en la historia de la fábrica ocurrió la noche del 13 al 14 de marzo de 1941, cuando bombarderos alemanes atacaron los astilleros y las fábricas industriales de Clydeside. Durante la primera noche, en un bombardeo de nueve horas, más de 200 aviones bombarderos lanzaron bombas de alto explosivo, bombas incendiarias y minas terrestres. Los objetivos principales previstos eran los astilleros de John Brown and Co. y las municiones que se producían en la fábrica de Singer Sewing Machine Co., pero fue la propia ciudad la que sufrió la mayor parte de los daños. La fábrica Singer, con su famosa torre del reloj, resultó gravemente dañada cuando bombas incendiarias cayeron sobre el depósito de madera de Singer, provocando un enorme incendio. Durante la Segunda Guerra Mundial, Singer siguió produciendo máquinas de coser, pero en menor número. Estas máquinas eran necesarias para confeccionar uniformes del ejército y para que el público pudiera «arreglar y zurcir». Sorprendentemente, las máquinas siguieron fabricándose con piezas niqueladas y sus característicos adornos dorados. La fábrica Singer también produjo municiones para el esfuerzo bélico y contaba con su propia unidad de la Guardia Nacional para protegerse en caso de una invasión alemana. La segunda noche de bombardeos, la ciudad soportó otras 7 horas y media de intensos bombardeos. A lo largo de los dos días murieron 528 civiles y más de 617 resultaron gravemente heridos. Más de 35.000 civiles perdieron sus hogares, muchos de ellos trabajadores de los astilleros y empleados de Singer que vivían en las casas de vecindad de Clydebank, cerca de las fábricas. Desde su apertura en 1884 hasta 1943, la fábrica de Kilbowie produjo aproximadamente 36.000.000 de máquinas de coser. Singer era el líder mundial y vendía más máquinas que todos los demás fabricantes juntos. En su apogeo de productividad a principios de la década de 1960, Singer empleaba a más de 16.000 trabajadores, pero a finales de esa década se estaban produciendo despidos forzosos y 10 años después la plantilla se había reducido a 5.000. Entre 1961 y 1964, la fábrica se sometió a un importante programa de modernización por un valor de 4 millones de libras esterlinas, dejando de producir máquinas de hierro fundido y pasando a la producción de máquinas con cuerpos de aluminio. El famoso reloj Singer fue demolido en 1963 durante estas obras. Los problemas financieros y la falta de pedidos obligaron al cierre de la fábrica de máquinas de coser más grande del mundo en junio de 1980, poniendo fin a más de 100 años de producción de máquinas de coser en Escocia. El complejo de edificios fue demolido en 1998.

miércoles, 3 de enero de 2024

Job Anthony Davis

 


Job Anthony Davis


El Sr. Job Anthony Davis nació en Warren, RL, en 1822 y era muy conocido en todo el país como el inventor de la máquina de coser Davis, la máquina de lanzadera giratoria y la máquina de hilo encerado.

En Estados Unidos, después de que Isaac Merritt Singer comenzara a comercializar su novedosa y práctica máquina de coser, mucha gente empezó a interesarse por las máquinas de coser.

En 1860 , el Sr. Davis solicitó la patente de su primera máquina de coser mientras residía en Nueva York. La patente era para un método mejorado de operar las lanzaderas. En este momento la alimentación vertical probablemente se encontraba en etapa embrionaria.

Entre 1860 y 1866 se trasladó a Great Bend, Pensilvania y el 9 de octubre de 1866 solicitó su segunda patente de máquina de coser. El bebé nació .

La siguiente descripción estaba en sus Cartas de Patente US 58.614  / 1866 :

   Mi invención o mejoras tienen relación con esa clase de máquinas de coser que hacen uso de un “needle-feed”, llamado así y consiste en la aplicación y uso de un dispositivo que actúa como todo asistente o ayudante de la aguja y que mantiene la tela , mientras se cose, alisa y evita que se frunca o amontone al efectuarse el avance y que además sujeta la tela y evita que se levante al retirar la aguja.

Lo único que le faltaba era empezar a fabricar esta gran máquina de coser.

En 1866, el Sr. Davis fue a Watertown. Realizó 3 nuevas solicitudes de Cartas Patentes para mejora de lanzaderas.

 

Exhibió su nueva máquina de coser en la casa Woodruff y despertó el interés de los hermanos John y Joseph Sheldon. 


En febrero de 1868 se organizó The Davis Company en Watertown Jefferson County, NY, con un capital en efectivo de 150.000 dólares, cuyo capital social se incrementó posteriormente a 300.000 dólares.

El 29 de septiembre de 1868 , el Sr. Davis presentó una nueva solicitud para mejorar las lanzaderas.

Un viernes 23 de abril de 1869 , una inundación en el río Negro, que con violencia incesante arrasa con la mayor parte de las fábricas de Watertown. El horno y el taller de máquinas de Davis Sewing Machine Company fueron arrasados, dejando ese brazo del río en un escenario de ruinas.

En 1870 , el Sr. Davis trasladó su empresa al edificio industrial Winslow en Factory Square. 

En 1875 , la empresa construyó un edificio propio en la isla de Sewall, cerca de la mejor fuente de agua del río. El edificio principal era de dos plantas con buhardilla. La oficina es de un piso y todo el edificio es de ladrillos. La empresa fabricó máquinas por valor de 300.000 dólares y todas ellas ya estaban disponibles para la venta. El número de empleados era de 175. Los activos de la empresa ascendían a aproximadamente un millón de dólares. 


Job Anthony Davis murió el domingo 31 de enero de 1886 en Wollaston, Massachusetts. Durante el año pasado, el Sr. Davis se dedicó a perfeccionar otra máquina de coser mejorada, a la que verdaderamente se puede decir que entregó su vida. Hombre de gran poder mental, energía incansable y abnegación, se olvidó de sí mismo en su querida ocupación. Contrajo la enfermedad (¿edema?) que le provocó la muerte. Fue respetado y amado por todos los que lo conocieron en los círculos sociales y empresariales. El señor Davis deja viuda y un hijo, el señor Willard A. Davis, graduado de Yale y miembro del colegio de abogados de Saffolk. 




viernes, 15 de diciembre de 2023

Nikolaus Dürkopp

 


Nikolaus Dürkopp


  • D. vino con su abuela en Detmold después de que sus padres emigraron, luego con su tío D. a Herford, donde creció analfabeto y sin educación escolar regular. Luego aprendió el oficio de cerrajería en Detmold. Sus años de vagabundeo lo llevaron por el norte de Alemania y regresó a casa en 1860. En su puesto de mecánico oficial en Bielefeld conoció las máquinas de coser que surgían en aquellos años. Pronto creó sus propios diseños basados ​​en el American Wheeler & Wilson. En 1867 fundó la empresa “D. &” para producir estas máquinas de coser. Schmidt”. Las piezas individuales se tallaron a partir de piezas sólidas utilizando máquinas herramienta primitivas accionadas a mano. Era la época en la que la industria del lino surgió en Minden-Ravensberg a partir del colapso del comercio del lino y ofrecía una amplia gama de aplicaciones para las máquinas de coser. La joven empresa pudo construir en 1870 una nueva fábrica y fabricó diseños especiales. La unificación de D.s trajo consigo un importante auge R. Kaselowski. Con él fundó la empresa “D. & Co.”, que en 1877 ya empleaba a 250 trabajadores. La crisis de ventas de máquinas de coser de los años 80 fue superada por D. a partir de 1885 comenzando a fabricar bicicletas. En 1889 la empresa se convirtió en una sociedad anónima “Bielefelder Maschinenfabrik AG, anteriormente D. & Co.” con un capital de 2.250.000 marcos. La fábrica recibió su propia fundición y forja. Desde mediados de los años 80 también se fabrican motores de combustión interna más pequeños. En 1894 D. se inició la producción de vehículos de motor; En 1902 construyó el primer motor de automóvil alemán de 6 cilindros. Los turismos y los camiones son desde hace 30 años el producto más conocido de la fábrica. A finales de siglo la empresa se fusionó con la fábrica de bicicletas “Styria-Werke” de Graz, adquirida en 1908. Desde 1913 la fábrica funciona como “D.werke AG” . – D.no es uno de los grandes pioneros ni de los inventores profundos; Fue uno de esos hombres decididos de cuyo arduo trabajo surgió la industria alemana, cuyo trabajo y espíritu industrial educaron al trabajador metalúrgico alemán. Como verdadero hijo de su patria y personaje de línea recta y con una forma a menudo original, ha permanecido vivo en la memoria de su patria. – Después de la Primera Guerra Mundial, como parte de la consolidación de la industria alemana, la fábrica tuvo que abandonar la fabricación de automóviles y limitarse a bicicletas, máquinas de coser y máquinas para la industria textil. En 1940 pasó a ser propiedad del fabricante de rodamientos de bolas de Schweinfurt. H. Barthel, cuyo hijo Georg dirige hoy la fábrica.





lunes, 11 de diciembre de 2023

Kim Woo-choong

 


Kim Woo-choong


El conglomerado Daewoo fue fundado el 22 de marzo de 1967 por un grupo de empresarios liderado por Kim Woo-choong (1936–2019), licenciado por la Universidad Yonsei e hijo del gobernador provincial de Daegu.​ La empresa fue bautizada Daewoo (en coreano, «gran universo»),​ un juego de palabras entre la palabra «grande» y el apellido del fundador.

El desarrollo de Daewoo está ligado a las políticas económicas del gobierno autoritario de Park Chung-hee, que otorgaba ayudas a los conglomerados —chaebol— a cambio de inversiones en sectores estratégicos para levantar Corea del Sur después de la guerra.​ En un primer momento Daewoo apostó por la industria textil, y a partir de los años 1970 diversificó su negocio a otras divisiones como la construcción, la industria armamentística y la automoción, mediante la absorción de empresas deficitarias, hasta convertirse en uno de los mayores conglomerados del país

Daewoo tenía una estructura centralizada donde Woo-choong asumía el contol del conglomerado y sus familiares estaban a cargo de las empresas subsidiarias.​ En 1975 estableció una constructora que obtuvo importantes contratos de la administración para levantar viviendas e infraestructuras en Corea del Sur, ligadas al desarrollo económico de la segunda mitad del siglo xx. También fue una de las primeras en asumir obras en África y Oriente Medio.​ En 1978 incursionó en la construcción naval mediante la compra del astillero de Okpo, el más grande de Corea del Sur; si bien Woo-choong era reticente a participar, resultó uno de los sectores más rentables por su rapidez en la fabricación y por el bajo coste de las exportaciones.

El otro pilar de Daewoo era la industria automotriz desde la compra en 1978 de Saehan Motors, una filial participada por General Motors. En 1983 fue renombrada Daewoo Motors y pasó a fabricar utilitarios de bajo coste sobre modelos ya existentes de GM, lo que le permitió hacerse un hueco en el mercado internacional

A raíz de la liberalización económica de Corea del Sur en los años 1980, Daewoo asumió un ambicioso plan de expansión internacional cuyo punto fuerte era la fabricación de bajo coste y la mano de obra barata, y que se benefició de una mayor demanda tras el colapso del bloque comunista.​ Para ello alcanzó acuerdos con fabricantes europeos y estadounidenses en sectores como la construcción naval, la industria pesada, los semiconductores, la defensa militar e incluso la investigación aeroespacial.​ Además, Daewoo Motors se convirtió en el sexto fabricante mundial, y a partir de 1992 compró la participación de GM para desarrollar sus propios utilitarios.

En los años 1990, Daewoo era el segundo chaebol más grande de Corea en volumen de negocio, por detrás de Hyundai,​ y representaba el 5% del producto interno bruto nacional.​ Sin embargo, su crecimiento se había sustentado sobre un excesivo endeudamiento. Después de la llegada de la democracia en Corea del Sur, el grupo no supo hacer frente a los cambios sociales y financieros —en parte por su modelo de gestión familiar— y mostró una fuerte resistencia a la liberalización económica. Daewoo mantuvo su plan de expansión con una nueva división de electrodomésticos, Daewoo Electronics (1993), y la compra de empresas endeudadas como el fabricante de automóviles SsangYong (1997).​ Además, Kim Woo-choong asumió la presidencia de la Federación de Industrias Coreanas, un consorcio de chaebol, para mantener su influencia. En aquella época Woo-chong ya estaba siendo investigado por presuntos casos de corrupción


lunes, 13 de noviembre de 2023

Frederick Nesfield Cookson

 


Frederick Nesfield Cookson


La PRIMERA vez que oímos hablar de Frederick Nesfield Cookson fue el 11 de agosto de 1886, cuando presentó su primera solicitud de patente.

De esto nos enteramos de que vivía en Eva Villa, Walerloo Road, Wolverhampton. Se describió a sí mismo como un fabricante, pero ahora es probable que en esa época estuviera produciendo máquinas de coser.

La patente era para un mecanismo de lanzadera mejorado diseñado para pausar el movimiento de la lanzadera. Cookson afirmó que si bien el invento era ideal para una máquina portátil pequeña, la idea también sería ventajosa en máquinas de tamaño completo.

En esencia, se trataba de un piñón y cremallera dentado con una manivela acodada. Una idea así habría sido muy ruidosa y muy susceptible al desgaste. No creo que alguna vez se haya instalado en una máquina de producción.

Un mes más tarde, siguió otra patente que todavía utilizaba la idea de la palanca acodada, pero con una simple biela en lugar del piñón y cremallera. Esta patente también incluía el mecanismo de trampilla para retirar la lanzadera que se utilizó posteriormente en las máquinas de producción.

Su siguiente patente, de junio de 1887, fue para varias mejoras en el diseño anterior y proporcionó al mecanismo de transporte de la lanzadera con un par de guías de eje de acero como los que se usan en las máquinas Royal. El dibujo de esta patente muestra el esquema general de la máquina tal como la conocemos hoy. En octubre de 1887 se había trasladado a unas instalaciones en Lozells Road, Birmingham, y su última patente de esta fecha muestra la máquina en su forma de producción final.

Se formó una empresa con Samuel Jenkins y James Frederick Fairley como codirectores y el negocio tuvo un éxito limitado durante un corto período, pero luego las cosas empezaron a ir mal.

En 1888 se hizo evidente que Cookson Lock Stitch Sewing Machine Company no podía pagar las facturas de la maquinaria que había comprado para construir las máquinas.

La mayor parte del equipo de corte de engranajes se obtuvo de la English Watch Company de Birmingham y fue esta preocupación la que llevó a Cookson a los tribunales.

Allí se reveló que la compañía Cookson había estado dando excusa tras excusa durante 18 meses y la demanda de la English Watch Company fue por £111 7 chelines más daños y perjuicios por fraude y tergiversación.

En el tribunal, un eminente control de calidad que actuaba en nombre de los demandantes reveló que, después de mucho perseguir la factura, Cookson había pasado por alto en un momento un cheque posfechado con la promesa de pagarlo cuando venciera dentro de 30 días.

En esos 30 días pasaron muchas cosas.

Cookson Lock Stitch Sewing Machine Company entró en liquidación voluntaria y de las cenizas surgió Cookson Patent Sewing Machine Company con Jenkins y Fairley como directores y el propio Cookson como secretario de la empresa.

Una audiencia judicial anterior había sostenido que la nueva empresa todavía era responsable de la deuda y la English Watch Company se sentó a esperar su dinero. En cambio, recibió la visita de Cookson, quien dijo que la deuda no podía "pagarse de manera convencional" en ese momento, pero sugirió que otros 30 días de gracia harían toda la diferencia.

Así se acordó.

Justo antes de la nueva fecha límite, los directores de la English Watch Company se sorprendieron al encontrar una mañana una delegación esperándolos en su propia sala de juntas. Fueron Cookson, Fairley y Jenkins.

Por supuesto, la factura podría pagarse ahora, explicaron, pero, como la English Watch Company había sido un socio comercial tan comprensivo, la junta directiva de Cookson había decidido dejarles participar en algo "bueno".

El negocio estaba en auge en Lozells Road y, por la buena fe de los últimos meses, la dirección de Cookson iba a emitir acciones gratuitas de su negocio a la English Watch Company. A cambio de esto, tal vez debería considerarse una nueva extensión del proyecto de ley, esta vez por tres meses.....

Sorprendentemente, la English Watch Company estuvo de acuerdo.

Nunca les pagaron y finalmente llevaron a Cookson a los tribunales, donde las investigaciones revelaron que nunca se habían transferido acciones.

Antes de que terminara el caso judicial, Cookson Patent Sewing Machine Company entró en liquidación, dejando a la empresa English Watch sin nada por sus problemas, salvo considerables costos judiciales.

Y ese habría sido el final de la historia de no ser por un pequeño anuncio que apareció sólo una vez en el Journal of Domestic Appliance el 1 de marzo de 1890. Era de la Handy Machine con un precio de £1,10 (£1,50).

De hecho, era una versión limpia y aerodinámica del Cookson y mucho más convencional que su anacrónico predecesor.

El fabricante fue Harpur & Mason. Tenía la misma característica de trampilla y una lanzadera idéntica, pero lo más revelador era la dirección de la empresa: 22-24 Lozells Road, Birmingham, justo enfrente de la antigua empresa Cookson.

Aún no he descubierto quiénes eran Harpur y Mason, pero ciertamente su negocio de máquinas de coser fue, en todo caso, menos exitoso que el de Cookson.

Según los registros y la experiencia en el manejo de la máquina Cookson, es probable que se hayan producido menos de 500. Los números de serie de la docena que aún existen oscilan entre 300 y 800, por lo que es una apuesta justa que la compañía comenzó en el número 300 y produjo alrededor de 500 máquinas en el mejor de los casos, suponiendo que se numeraran consecutivamente y no saltaran unos cientos para impresionar. sus clientes y agentes.



jueves, 9 de noviembre de 2023

Charles Fredrick Wiesenthal

 


Charles Fredrick Wiesenthal


Charles Fredrick Wiesenthal (1726-1789)  fue un médico e inventor alemán a quien se le concedió la patente del primer dispositivo mecánico conocido para coser en 1755. Se podría argumentar que inventó la máquina de coser . Nació en el Reino de Prusia , pero se encontraba en Inglaterra en el momento de la invención, y vivió de 1755 a 1789 en Baltimore .  Por su invención de una aguja de doble punta con un ojo en un extremo, recibió la patente británica nº 701 (1755),  pero después, en 1830, Barthélemy Thimonnier reinventó la máquina de coser .