martes, 24 de enero de 2017

FURIA ESPAÑOLA DE DONDE VIENE EL TERMINO




FURIA ESPAÑOLA DE DONDE VIENE EL TERMINO




Cuando hablamos de la Furia Española, inevitablemente pensamos en el fútbol y en la Selección Española, sin embargo, esta expresión fue acuñada por los enemigos de España, tras el saqueo de Amberes.


El 1 de septiembre de 1575 se produjo la segunda quiebra de la Hacienda Real de Felipe II, lo cual hacía imposible el abono de las pagas que se debían a los soldados del ejército de Flandes, algunas de cuyas unidades llevaban más de dos años y medio sin cobrar, por lo que tenían que vivir de la población, a la que usualmente robaban.
En julio de 1576 el tercio de Valdés se amotinó por ese motivo y ocupó la ciudad de Aalst para saquearla. El Consejo de Estado apoyándose en la indignación por los desórdenes y el cansancio de la guerra, autorizó a la población de los Países Bajos a que se armase para expulsar a todos los españoles, soldados o no, y puso bajo su mando a unidades valonas y alemanas para luchar junto a los rebeldes holandeses contra las tropas españolas.

Aprovechando la situación, las tropas rebeldes intentaron apoderarse del castillo de Amberes.

El 3 de octubre las tropas rebeldes (formadas por casi 20.000 hombres) entraron en la ciudad, cuyos gobernadores les habían abierto las puertas, y tomaron posiciones para asaltar el castillo defendido por tropas españolas al mando de Sancho Dávila.

El tercio de Valdés (unos 1.600 hombres), que habían rehusado anteriormente obedecer cualquier orden sin haber cobrado antes las deudas, al tener noticia del ataque, marcharon sin descanso en dirección a Amberes para ayudar a los sitiados.

En lugar de las banderas del rey, para evitar profanarlas con su delito de rebelión, ondeaban imágenes de la Virgen María. Al pedirles el resto de los miembros de la fuerza de auxilio que recuperasen fuerzas con algo de comida, replicaron orgullosos que:
“Venimos con propósito cierto de victoria, y así hemos de cenar en Amberes, o desayunar en los infiernos”.
Consiguieron entrar en el castillo y reunirse con otras unidades (600 hombres al mando de Julián Romero y Alonso de Vargas) que acudían desde diferentes lugares a socorrer a Dávila. A pesar de que las tropas rebeldes eran mucho más numerosas, los amotinados y la guarnición del castillo se lanzaron al ataque por las calles de la ciudad, haciendo huir a los holandeses.

Algunos de ellos se refugiaron en el ayuntamiento, escopeteando con mosquetes a los españoles. Éstos lo incendiaron, propagándose las llamas por la ciudad. Acto seguido, y debido al gran desorden, procedieron a saquear la ciudad durante tres días, contándose los muertos por millares.

Este acto fue conocido como el Saqueo de Amberes, o Furia Española, y contribuyó a expandir aún mas la Leyenda Negra española, cuya paternidad se suele atribuir a Julián Juderías, el cual la describió así:
[…] el ambiente creado por los relatos fantásticos que acerca de nuestra patria han visto la luz pública en todos los países, las descripciones grotescas que se han hecho siempre del carácter de los españoles como individuos y colectividad, la negación o por lo menos la ignorancia sistemática de cuanto es favorable y hermoso en las diversas manifestaciones de la cultura y del arte, las acusaciones que en todo tiempo se han lanzado sobre España fundándose para ello en hechos exagerados, mal interpretados o falsos en su totalidad, y, finalmente, la afirmación contenida en libros al parecer respetables y verídicos y muchas veces reproducida, comentada y ampliada en la Prensa extranjera, de que nuestra Patria constituye, desde el punto de vista de la tolerancia, de la cultura y del progreso político, una excepción lamentable dentro del grupo de las naciones europeas.

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