EULOGIO ESTARTA LANDA (sigma)
Eulogio Estarta nació el 11 de marzo de 1891 en el seno de una familia obrera. Con tan sólo 12 años perdió a su padre, viéndose obligado a entrar como peón en Fundiciones San Pedro para ayudar a su familia a salir adelante. Su capacidad de trabajo le llevó a ganarse la confianza de sus superiores, y fue escalando posiciones hasta ser nombrado responsable de mantenimiento y reparación de las prensas de forjado y los trenes de laminación.
Sin embargo, Eulogio quería seguir prosperando y compaginó el trabajo con los estudios en la Escuela de Artes y Oficios, donde destacó por su disposición para el dibujo y la mecánica. Tras esta etapa, se trasladó a Bilbao, donde alternó su trabajo en un taller mecánico con la ampliación de sus estudios. A los 23 años regresó a Elgoibar para asociarse con José León Ciarán el año 1914. Esta unión se mantendría vigente hasta 1920, año en el que se crearía la empresa Estarta y Ecenarro, dedicada a la fabricación de máquinas herramienta y las populares máquinas de coser Sigma.
Eulogio Estarta desempeñó las funciones de director gerente de esta empresa hasta su fallecimiento en Barcelona, el 18 de junio de 1955, mientras participaba en la Feria Oficial e Internacional de Muestras.
Al año siguiente de su fallecimiento, el pueblo de Elgoibar le rindió un homenaje póstumo en el transcurso del cual fue nombrado hijo predilecto de la villa y recibió la Medalla de Oro del Mérito al Trabajo, concedida por el Ministerio de Trabajo. Durante ese acto se descubrió, además, la placa que denominaba como avenida Eulogio Estarta el tramo de carretera que va desde el puente de Txankakua hasta el grupo de viviendas de Sigma. Asimismo, se descubrió en el jardín de la entrada de la fábrica un gran busto en recuerdo a su figura.
Eulogio Estarta Landa fue un empresario vasco, hijo predilecto de la villa de Elgoibar, que empezó dedicándose a la fabricación de taladro y maquinaria para cortar tocino, prensas y acabo revolucionando el sector textil con su máquina de coser “Sigma”
Por supuesto, impulsó la máquina herramienta y hasta sus últimos días se preocupó por internacionalizar sus equipos. En la actualidad, todo aquel conocimiento y experiencia pasó a formar parte del Grupo Mondragon y Grupo Danobat.