martes, 13 de septiembre de 2016

Los dioses solares en la peninsula Iberica




Los dioses solares en la peninsula Iberica

Conocemos principalmente dos divinidades relacionadas con el sol. Uno de ellos es Baelisto, cuyo nombre viene de “-bhel” (blanco, brillante) y significa “El Más Brillante”. Se le rendía culto principalmente en las actuales provincias de La Rioja y Asturias, donde existen aún numerosos topónimos relativos a él como San Juan de Beleño, por ejemplo. Baelisto estaría asociado al monte Bilibio, donde residiría su hogar, aunque otras teorías apuntan a que Bilibio es en realidad Baelibio, nombre real del dios.
Baelisto se identifica con el Belenos galo y el Bel irlandés, que a su vez fueron asociados con Apolo, el dios griego que simbolizaba no el sol en sí mismo sino su luminosidad y brillo. Baelisto representaría así al fuego como medio de luz y purificador de las cosechas, ganado y malos augurios. A Baelisto estarían dedicados los fuegos de Beltane al igual que ocurría con Belenos en la Galia.
La segunda divinidad relacionada con el sol es Netón, el héroe solar y dios de la guerra que los romanos identificaban como un “…Marte rodeado de rayos…”. Se le rendía culto prácticamente en toda la Península Ibérica no solamente en la zona de influencia celta sino también entre los íberos. Su nombre procede de la raíz “-net” (guerrero) y está relacionado con el dios Net irlandés, también una divinidad guerrera.
La vinculación de los guerreros y el sol puede conllevar la heroización, el guerrero mortal que gracias a sus hazañas asciende hasta convertirse él mismo en una divinidad, convirtiéndose en el ejemplo a seguir por el resto de los guerreros.